viernes, 29 de abril de 2011

Capitulo 1 – Despedida

Hacía un crepúsculo húmedo y refrescante, mientras miraba por la ventana el aire fresco azotaba mi cara dejándome la nariz rojecina del frío. La cuidad la mayoría de los días era ruidosa y escandalosa, pero esta tarde estaba más tranquila de lo normal, estaba solitaria como aislada de la gente. Las vistas eran hermosas, todas las calles estaban recubiertas de un brillo dorado de las farolas, y las pocas personas que estaban en la calle estaban haciendo las compras de navidad con sus hijos, una vista agradable y acogedora, hasta que alguien se dirigía hacia el balcón, salía entre la penumbra de una calle, haciéndose paso con tranquilidad. Cuando la luz le hubo alumbrado pude ver su rostro, ¡era Dylan! Dylan es mi novio, desde hace dos años, era cariñoso y simpático, pero a veces muy celoso y posesivo, aún así yo lo quería con... toda mi alma.

-¡Crystalle, pequeña baja! -dijo con un grito, partiendo el silencio que emanaba las calles.

-Cariño, ¿qué haces aquí, tan tarde? -dije desde mi balcón, dejando caer mi sedosa melena hacia abajo.

-He venido para contarte una cosa muy importante, será mejor que bajes. Las conversaciones desde el balcón no son agradables si no estoy a tu lado -dijo mandándome un beso desde la distancia.

-Vale, ahora mismo bajo cariño, no tardo -dije cerrando la ventana mientras dejaba atrás la imagen de Dylan.

Me puse la bata encima del pijama para no pasar frio, no me importaba si me viese alguien, solo me importaba estar con Dylan aunque fuese un segundo, si estaba con él todo lo demás no me importaba. Cerré la puerta con llave y bajé unas pequeñas escaleras que encabezaban mi casa. Caminé hasta aquel banco en el que estaba sentado Dylan con la cara vuelta hacia atrás para ver si estaba cerca de él.

-Bueno ya estoy aquí, ¿de qué me querías hablar? -dije sentándome en el banco.

-Pues bueno, no sé cómo decirte esto... -dijo mirando fijamente a los ojos.

Dylan tenía una mirada triste, y tenía los ojos algo húmedos, tenía la sensación que lo que me iba a contar no me iba a gustar, sencillamente por su expresión. Tragué saliva e intenté tranquilizarme, para que la situación no fuese tan incómoda.

-Dime cariño, no te preocupes, estoy aquí contigo no pasará nada estate tranquilo -dije dándole un pequeño beso en la mejilla.

-Bueno, pues mis padres se van a mudar porque no encuentran trabajo y están apunto de embargarle la casa y yo me tengo que ir con ellos, si me opongo será peor y no ayudara a mejorar la situación. Quería decírtelo en persona, lo siento mucho pero no puedo hacer nada... -dijo con la voz temblorosa.

-¿Cómo...? Pues yo os ayudaré no es problema, estoy aquí contigo no pasará nada -dije levantándome del banco para acercarme y darle un fuerte abrazo.

Mientras le abrazaba dos lágrimas cálidas salían de la barrera de mis ojos hacia mi rostro que al instante se enfriaron de la humedad y frio que hacía en la calle. Estaba destrozada, mi mente no procesaba esa noticia, mi corazón estaba vacío de sentimientos, en este instante no tenia palabras para describir lo que estaba sintiendo.

Entonces Dylan me separó y me agarró de los brazos para decirme:

-No te preocupes Crystalle, aunque esta relación termine aquí, yo siempre estaré contigo, nunca te olvidaré porque tú eres la razón de mi existir, tu eres el motivo por el que respiro todos los días y aunque la suerte no me sonría ahora, yo quiero que tu estés bien porque eso será mi esperanza para seguir adelante por eso te digo que te quiero y que nunca te olvidaré -dijo acercándose a mí y dándome un apasionado beso.

Era un beso triste colmado de sentimientos que me lo transmitía desde sus labios, algo que tenía Dylan es que dejaba entre ver sus sentimientos fácilmente y podía averiguar que se encontraba muy mal. No quería que esto se acabase aquí, un punto y final amargo, un adiós difícil de olvidar, debía hacer algo, no puedo vivir si él no está. El siempre me apoyaba en mis momentos mas difíciles, en la separación de mis padres el siempre estuvo ahí, junto a mí para apoyarme en todo lo que en su mano estuviera, ahora más que nunca debía de estar a su lado porque él, si lo necesitaba.

-Dylan yo sé que es lo mejor pero ¿De veras te quieres ir con ellos? ¿No te puedes quedar en mi casa? Por favor pregúntales, tú no te puedes ir... -dije silenciando cada vez mis palabras.

-Crystalle, por favor no me hagas esto mas difícil, tengo que apoyar a mis padres porque ellos también están mal, tenemos que dejar a la familia, a los amigos, a todo el mundo y sobre todo a ti, cielo, nunca te olvides de mi, haré todo lo posible por comunicarme contigo ¿Vale? Te quiero y lo sabes, pero por mucho que me duela no puedo alargar mas este sufrimiento, adiós, que sepas que este no es un adiós definitivo eh amor, que seguro que pronto nos volveremos a ver y podremos estar juntos otra vez. Adiós Crys, te amo -dijo abrazándome fuerte mente y pude sentir que estaba a punto de llorar.

Nos levantamos del banco y pude ver que una lágrima se desvanecía en su mejilla, me miró con mucha tristeza y una vez más me abrazó. Ya no pude más y rompí a llorar, lo necesitaba, debía llorar, porque se iba a ir, quizás para siempre y no le iba a volver a ver más.

-Pequeña no llores, eh, que voy a volver cariño y podremos estar siempre juntos - dijo secándome las lagrimas y dándome un beso en la frente.

En ese momento empezó a llover, una lluvia fuerte nos azotó a los dos, pero no nos importó, estábamos sumergidos en otro mundo y la lluvia no nos afectaba. Ahora más que nunca le veía destrozado y al ver las gotas caer con gran fuerza me di cuenta que así se podría sentir su corazón, y tal vez el mío, destrozado y envuelto en un fuerte llanto.

-Bueno cariño, adiós, siempre te amaré -dijo alejándose caminando hacia atrás.

No quise ir con el porqué sería muy cruel por mi parte, prolongaría mas la tristeza y el dolor, así que me senté en el banco, con las piernas juntas, los codos encima de las rodillas y mis manos en mi cara, no me lo creía, no me creía lo que me estaba pasando. Esto no podía ser verdad.

Una nueva y apasionante novela, que te enamorará con su misterio. Solo tú puedes averiguar que se esconde a través del cristal... "Tu tambien escribistes en un cristal sin saber quién te podía responder..."