lunes, 23 de mayo de 2011

Capitulo 5 - El bajón

Sentía como si la cabeza me diera vueltas, como si no estuviera en mi cuerpo una sensación tan extraña como contradictoria. Abrí los ojos y vi a Kate con la boca abierta, los ojos de par en par y como se le caía lentamente ese cuenco en el que habría preparado con tanto esmero mi sopa. Reaccionó y se fue hacia mí, como si de un imán se tratase.

-¡¡Oh Chrys!! ¿Estás bien? ¡¡Chrys!! –dijo zarandeándome.

Estaba en mí, era yo pero estaba en estado de shock en ese instante, no podía despertar de aquel momento tan deprisa, necesitaba tiempo, para pensar, para analizar lo que en este día, lo que en mi vida está pasando. En ese momento, todos los sentimientos se agolparon formando uno, millones de imágenes fueron inundando mi mente poco a poco hasta que no supe en qué momento de mi vida me encontraba. Me veía llorando, riendo, con miedo en el cuerpo, de muchísimas maneras, sentía como cada sentimiento y pensamiento se fusionaba en mi ser, como podía sentir la tristeza en mi por Dylan y esa intriga por aquella persona que habitaba en mi casa, en mi.

-Kate estoy bien –pude decir con un cierto miedo en mis ojos y con voz temblorosa que revelaba mis sentimientos.

-Crys estas mal, mírate ¿Debemos ir al médico? ¡Oh! Espera, la sopa… -dijo mirando nerviosamente todos los puntos que nos rodeaban, estaba asustada, tenía miedo, ella no era como yo.

Kate se separó de mi lado, fue al pequeño cuarto en el que se situaban todos los materiales de limpieza y empezó a barrer los guijarros del cuenco, nerviosamente no podía barrerlos bien… en cuanto me percaté que una suave lagrima cruzaba su pálida mejilla.

-Kate ¡No pasa nada! –dije gritando e intentando levantarme del suelo.

Crucé el pequeño espacio que nos separaba, intentaba ir deprisa, pero esos trozos de cristal impedían mi esmero. Me acerqué a ella y bruscamente le abracé, fuertemente, quise decirle que no pasaba nada, que estábamos bien, pero pensado aquello, mis lágrimas tampoco pudieron contenerse, y como un riachuelo, fue surcando nuevamente las curvas de mi mejilla. No pasa nada… quise decirme. Un silencio abrumador se hizo en la sala tan abrumadora como tranquilizante, parecía como si el tiempo se parase y pudiese ver lo que me rodeaba detenidamente y como pudiera ver esas pequeñas cosas que parecían desapercibidas parecían un mundo. Estaba envuelta en una tranquilidad inmensa pero quizás como si el miedo aun habitara en mí, no había desaparecido por completo.

-Kate, te quiero, eres la mejor –Quise romper el silencio con aquellas palabras de ánimo.

Sé que también ella se encontraba mal, que no lo veía normal lo que pasaba aunque yo creyera que ella no sabía nada.

-Chrys… yo también te quiero –dijo apretándome fuertemente.

Quizás necesitábamos sentirnos bien, cambiar de tema, hablar de otra cosa y no darle tantas vueltas, Quizás era eso lo que necesitábamos. Me separé de Kate y le guiñé un ojo acompañada de una pequeña risita, fui al cuarto y traje un almohadón grande, de plumas y muy cómodo. Esto iba a cambiar, no podía seguir así.

Me acerqué a ella con paso desafiante y le plasmé aquella almohada en la cara, pude ver su rabia y el cambio de expresión, se abalanzó hacia mí y caímos en el sofá. Ella seguía dándome y pequeñas risitas resurgieron del silencio.

-¿Ves Kate? No es tan grave, esto es un punto y aparte, otro renglón, otra vida. No ha pasado nada, empieza otro capítulo y otra rutina ¿Te apuntas? –dije riéndome y lanzándole un pequeño beso.

Kate tenia la mirada iluminada, era mi mejor amiga y me comprendía a la perfección, le contaba todo, lo sabía todo de mí y yo también te ella. Estaba alegre.

-¿Chrys? ¿¡Me estás diciendo que vamos a empezar otra vida y que estoy invitada?! ¡¡Claro que sí!! –dijo alegre. Ha vuelto su espíritu y su carácter, la verdadera Kate.

Ya de lo demás no me acuerdo muy bien, lo veía borroso pero sabía que había sido genial. Estaba tirada en la cama y ya era de día, el sol iluminaba las ventanas y ya no llovía. Junto a mi mesita de noche había un mensaje en una pequeña hoja de papel.

De Kate:

Me lo he pasado estupendamente contigo, como siempre te he dicho ¡Eres mi mejor amiga! Aunque hemos tenido nuestro bajones, esa pelea de almohadas ¡Fue genial! Como siempre tan creativa… para agradecértelo, te he preparado el desayuno, como a ti te gusta ¿Vale? Espero que te guste y poder agradecerte lo buena amiga que eres y ese cuenco roto de ayer. Bueno adiós que a estas horas no tengo muchas ganas de escribir. ¡¡Cuídate sobre todo!!

P.S: ¿Me dejarás algo de desayuno para mí? ¡¡Es broma tonta!! T.Q

Un nuevo día, para una vida nueva. Empezaba bien.

lunes, 16 de mayo de 2011

Capitulo 4 - El misterio (part. 2)

Me quede mirando fijamente al cristal, cuando alguien abrió la puerta:

-¿Todavía estas así? –dijo Kate con las dos manos en la cintura.

-Este… lo siento, de verdad, pero estaba sumergida en mi mundo y ¿sabes lo que he pensado? –dije tapando el espejo con disimulo.

-No… ¿el qué? –dijo con cara dubitativa.

-Pues que aunque me cueste superarlo, aunque me duela, aunque no me haga a la idea, quiero rehacer mi vida, aunque ya Dylan ya no esté a mi lado…-dije tragando saliva-Todavía no me iré con otro chico pero quiero tener otra actitud, si el destino ha querido esto para mi será lo mejor y tengo que afrontarlo, será lo mejor… -dije abrazándome con las toallas puesta aún.

-Chrys… -dijo acercándose a mi- Sabes que puedes contar conmigo para superarlo, estate tranquila, todo se va a arreglar, todo volverá a la normalidad… -dijo abrazándome.

-Gracias Kate, de verdad, no sabría superar esto si tu no estuvieses a mi lado… No sé cómo agradecerte que estés aquí conmigo, haciéndome esta sopa –dije con una pequeña sonrisilla en la boca- y este trato tan gentil que has hecho al venir aquí, de verdad, gracias, eres lo mejor que tengo en este momento y no quiero desperdiciarlo –dije con mi cara en el pecho de Kate.

-Bueno Chrys, que ya está la sopa en la mesa, anda, vístete ya… -dijo dándome una palmada en el trasero.

-Sí, ya me visto. No tardo –dije dirigiéndome a mi habitación.

Me puse mi pijama y mi bata limpias y me asome a la ventana, la noche era fría y estaba empezando a caer algunos copos de nieve. La cuidad se veía moteada de blancos y translucidos copos de nieve, se veía acogedor con la llegada de la navidad pero algo me decía que esta navidad no iba a pasar desapercibida en mi vida.

Cerré la ventana y toqué el cristal frío con la palma de mi mano y para mi sorpresa me sumergí en mí ser, cerré los ojos y tragué saliva. Todo me daba vueltas y estaba todo en negro, tenía un sentimiento extraño, como si alguien estuviera en este mismo instante en mí ser, me sentía llena, completa. Entonces divisé una luz tenue y azulada, quise abrir los ojos, pero estaban como sellados como si mi otra parte de mi ser no quisiese abrirlos y de repente escuché una voz que me decía “Búscame, encuéntrame, no te rindas, tu eres parte de mí…” y entonces me caí de bruces al suelo.

lunes, 9 de mayo de 2011

Capitulo 4 - El misterio (part. 1)


Me desperté bruscamente busqué mis zapatillas y fui a abrir la puerta…

-Ding dong, ding dong.

-¡Ya voy! Que impaciente… - dije.

Y nada más abrir la puerta, Oh dios mío. Me estrujaron tanto que creí que mi estomagó se me salía por la boca

-¡Kate! ¡¡Suéltame!! ¿Quieres matarme? – Dije casi sin poder respirar

-Chrys, solo es un abrazo… pensaba que lo necesitabas… - dijo haciendo pucheritos

-Oh, Kate lo siento, pero es que no podía respirar – intenté disculparme

-No pasa nada tía, sabes que no me enfadaría por eso – contestó guiñándome un ojo – Bueno ahora te duchas que estás que das pena, que yo en mientras te voy calentando la sopa ¿vale? – me sonrió

-Está bien mamá, a sus ordenes – dije soltando una pequeña carcajada

Fui a mi habitación, preparé mis cosas y fui hacia el baño. Con Kate aquí todo parecía más fácil, ella sabía lo mal que lo estaba pasando y me cuidaba mucho, era como una hermana para mi…

Entré, cerré la puerta y cuando me miré en el espejo… No lo puedo creer todavía tengo las manos llenas de sangre pero… es imposible Kate no me ha dicho nada ¿no me las habrá visto? No, si me las ha tenido que ver estoy segura. Joder esto es tan extraño.

Tengo que averiguarlo de una vez por todas, tengo que saber qué pasa con esto. Salí decidida del baño y me dirigí a la cocina donde estaba Kate preparando la sopa.

-Oye Kate, ¿Sabes que te quiero verdad? –dije cogiéndole de la cara para que se diese cuenta de mis manos manchadas.

-¡Claro que lo sé tonta! –Dijo quitándome las manos de su cara para darme otro abrazo- venga dúchate que la sopa ya está casi lista.

-¡Vale sargenta! –dije poniéndome la mano en la frente como de un militar se tratase.

Me dirigí al baño pensando en que Kate no se había percatado de nada, esto es muy extraño y sospechoso, o Kate me quiere tanto que no se había fijado en mis manos o solo lo puedo ver yo… Mejor debería olvidarme del tema por ahora.

Encendí la ducha y deje que el agua corriese por mi cuerpo, era delicada y cálida, era todo lo contrario a mí en este momento, distante y fría, solo me pasa cuando algo muy serio sucede y si, algo sucede. Dylan ya no está, no puedo hacerme a la idea y tan solo a pasado unas cuantas horas de su marcha, era tanto para mí que ya anhelaba estar en sus brazos, sumergida en su pecho y en sus abrazos, a sucedido tanto en tan poco tiempo –dije para mi mientras me abrazaba a mi misma- tengo que empezar una vida nueva, seguro que es lo mejor y lo que Dylan querría.

Salí de la ducha y para mi espanto volví a ver algo escrito entre la humedad del cristal, ponía “No estás sola, yo siempre estoy contigo”. No podía ser, otra vez esos mensajes, ¿cómo sabía lo que estaba pensando? ¿Cómo sabía que me sentía sola por la ida de Dylan?, tantas preguntas en un mismo segundo. Alguien habitaba en mi mente, en mi casa y en mi vida, y no sabía quién podría ser. Todo un misterio por descubrir…

Capítulo 3 - De película

Ya había colgado Kate, volvía a sentirme sola y un frio abrumador se hizo paso en el salón, era un frio húmedo que empañaba de nuevo las ventanas. Fui a mi cuarto, esta vez con más miedo, pero quería saber que pasaba con aquella enigmática frase que no desaparecía de mi mente, ¿Qué o quién había escrito esa respuesta? aun pensaba y buscaba la respuesta, no sabía a qué me llevaría saber el secreto de esa frase, pero de lo que estaba segura es que lo iba a descubrir, tarde o temprano tendría las respuestas a esas preguntas que no paraba de deambular por mi mente.

Me senté en un peldaño que salía de aquella ventana, otra vez estaba empañada, pero esta vez era una humedad más espesa que hacía que ese "Yo También" se desvaneciera más rápidamente. Antes de que desapareciera quise examinarlo otra vez, y no pude ver nada extraño, tan solo una simple frase escrita con una caligrafía muy cuidada y sigilosa, como si estuviera escrito con mucho mimo y aprecio. Raro pero a la vez hermoso. Una extraña luz azulada hacia resaltar las palabras por aquellos momentos y por escasos segundos desvanecía de nuevo, volví a acercarme otra vez a la ventana y de repente se humedeció más aun, di un respingo, y toqué delicadamente con las yemas de mis dedos aquel misterioso cristal, se sentía tranquilidad y una paz inmensa, por acto involuntario cerré los ojos y quise soñar por momentos pero sentía que el cristal se volvía cada vez mas frio y seco, abrí de golpe los ojos y quité bruscamente mi mano de él, cuando por instantes una palabra volvió a aparecer. Oh madre mía, salí corriendo de la habitación y me dirigí al servicio a toda prisa. Cuando hube cerrado la puerta tras de mí, me senté y coloqué mis rodillas pegadas a mi torso, tenía miedo, mucho miedo ¿¡Pero que era esto!? Con cuidado inspiré y expiré tranquilamente para apurar a mis nervios y que salieran rápidamente de mi cuerpo;

-Tranquila, tranquila, no pasa nada, a lo mejor tan solo es un mal sueño o imaginaciones tuyas -me dije en voz alta.

Me levante y me lave la cara con agua muy fría, me pasé las manos por la cara, insistiendo en los ojos y en la frente...

-Esto es de película -me dije chistosa y con una risa nerviosa.

Miré al frente, al espejo y el también estaba empañado y... ¡¡Oh Dios!! Ponía claramente "No tengas miedo..." ¿¡Pero qué..?! Me quedé en estado de chock, no daba crédito a lo que estaba viendo, entonces con el torso de mi muñeca y mi mano, quise borrar aquello.

-¡Esto no puede ser verdad! -grite

No se borraba, y otra vez insistí;

-Oh, por favor bórrate -dije velozmente

Entonces me mire mis manos, y en ese momento es cuando quise despertarme de aquella pesadilla que estaba viviendo en la realidad ¡¡Era sangre!!

Abrí la puerta intentando no manchar nada, salí corriendo con un miedo aterrador y con un escalofrío que hacia vibrar mi cuerpo. Me dirigí al salón, allí seguro que me encontraría bien segura. Sentada en el sofá aun con las manos de sangre pensé que ya me había olvidado de Dylan ¡¡Dylan!! Por dios... pero que es todo esto, tenia mareo, veía como que todo daba vueltas y en esos momentos dos lagrimas frías y calientes a la vez recorrieron mis mejillas dejándome caer en el sofá y acurrucándome con aquellas manos llenas de una sangre intensamente roja y ya secas.

Me sumergí en un sueño profundo, lo necesitaba. No pensé ni soñé nada cuando de repente el timbré d de la puerta me despertó de golpe y hizo que por unos instantes mi corazón se parase ¿¡Y ahora, qué!?

Una nueva y apasionante novela, que te enamorará con su misterio. Solo tú puedes averiguar que se esconde a través del cristal... "Tu tambien escribistes en un cristal sin saber quién te podía responder..."